La isla de Formentera es famosa por sus maravillosas playas, que recuerdan en cierto modo a las del Caribe. Sin embargo, hay mucho más que descubrir durante unas vacaciones en la más pequeña de las Islas Baleares.
Hoy te proponemos una excursión a Can Marroig, un lugar espectacular donde la naturaleza es mágica. En esta zona encontrarás una costa rocosa con cuevas y piscinas naturales, un área de picnic entre los pinos y el centro de interpretación del Parque Natural de las Salinas.
Excursión Can Marroig Formentera: cómo llegar y qué ver
Para llegar a Can Marroig, desde el puerto de La Savina, sigue la carretera principal en dirección a Sant Francesc. Unos 200 metros después del cruce de Es Pujols, verás una señal a la derecha que indica que desvíes. En ese punto bordearás el pintoresco S’Estany des Peix, uno de los lugares más bellos y tranquilos de Formentera. Una vez pasadas las salinas, dirígete hacia el interior hasta llegar al aparcamiento del área de picnic. Este es el enlace con la ubicación exacta en Google Maps: https://goo.gl/maps/DALesRFNMKB2prFa8
Nada más entrar en el pinar encontrarás una zona de recreo, con juegos infantiles y varias mesas de picnic repartidas entre pinos y sabinas.
Desde aquí, se puede continuar a pie hacia la costa, en dirección norte, hasta llegar a la Punta de Sa Pedrera. Se trata de la antigua cantera de piedra, que en el pasado se utilizaba para extraer materiales para la construcción de edificios. La extracción de la piedra ha creado hermosas piscinas marinas, que se llenan con el agua arrastrada por las olas.
No es una zona apta para niños, ya que las piscinas son de difícil acceso en muchos casos. Sin embargo, sigue siendo una excelente opción para pasar un día de playa alternativo, lejos de las masas turísticas del verano.
Desde Sa Pedrera, se puede seguir la costa hacia el sur hasta llegar a la torre de Sa Gavina. Se trata de un antiguo edificio destinado a defender la entrada occidental al puerto de los ataques de los piratas.
Este tramo de costa tiene espectaculares calas rocosas con cuevas y charcos de agua turquesa, pero el acceso desde tierra es prohibitivo en muchos casos. Sin embargo, hay algunos puntos en los que puede sumergirte en el mar, y te recomendamos que aproveches para hacer algo de snorkel.
Si pasas por allí cuando el mar está movido, podrás ser testigo de un verdadero espectáculo de la naturaleza. Además, para rodear este acantilado, verás un entorno muy árido con piedras esparcidas aquí y allá. Te podría parecer haber aterrizado en Marte, si no fuera por el sonido de las olas que rompen en la costa.
Finca Can Marroig, un centro de interpretación con una historia singular
Volviendo de la torre hacia el aparcamiento, te encontrarás de nuevo inmerso en los bosques de pinos. Un fuerte contraste con el paisaje lunar que habías visto antes, debido a la abundante vegetación. A 1 km de la Punta de la Gavina, siempre en dirección a la zona de recreo, se encuentra la Finca Can Marroig.
Se trata de un edificio mítico de Formentera, con una historia muy especial, que ahora ha sido renovado por el gobierno insular y transformado en un centro de interpretación del parque natural de las salinas de Ibiza y Formentera.
En su interior se ha creado un pequeño museo que cuenta la historia de la isla, así como una sala de información sobre el parque natural. También se proyectan varias imágenes submarinas de la zona, con especial atención a la posidonia, un alga fundamental en los fondos marinos de las Islas Baleares.
También hay interesantes rutas interactivas relacionadas con la fauna local, especialmente interesantes para los visitantes más jóvenes.
El edificio que alberga el museo fue propiedad de los jesuitas hasta que un político mallorquín (Antoni Marroig) lo compró a finales del siglo XIX para dedicarlo a la viticultura. Curiosamente, las uvas se destinaron a la producción de vino para su exportación a Francia, ya que en la región transalpina había habido una la plaga de la filoxera.
Más tarde, la propia familia Marroig convirtió la masía en un hotel, pero a la muerte de Antoni el proyecto quebró.
Sin embargo, en 1970, la masía ahora conocida como Can Marroig se convirtió en una comuna hippie. El propietario en ese momento era la fotógrafa estadounidense Dana Wright, que vivía en la isla. Es la madre de Maxwell Wright, uno de los miembros de una legendaria banda musical de los años 90: Ojos de Brujo. A día de hoy, es uno de los organizadores del Formentera Jazz Festival.
Una vez pasada la época del Flower Power, la Finca Can Marroig volvió a estar abandonada y deshabitada. Más tarde, para evitar que esta zona se convirtiera en un área residencial, el gobierno insular compró la casa en 1998.
La renovación y conversión en casa museo se realizó con fondos de la Unión Europea en el marco del Proyecto Life para la Conservación del Virot o frailecillo balear. De hecho, se trata de una especie de gaviota típica de estas zonas.
Organización de la excursión, qué llevar y cuándo ir
Se trata de una excursión que debe realizarse a pie, ya que no hay caminos transitables por vehículos, y que puede llevar un día entero. Por supuesto, si se hacen paradas más cortas, se puede hacer toda la ruta en pocas horas, ya que las distancias son muy cortas.
Si estás interesado en visitar el museo, te recomendamos que llames para confirmar los horarios de apertura, que varían a lo largo del año: (+34) 971 301460
Como no hay puntos de avituallamiento en esta zona, te recomendamos que lleves suficiente agua. A continuación, puedes pensar en organizar un picnic en la zona de Sa Pedrera, o un en el pinar cercano al aparcamiento.
El equipo esencial es obvio: zapatos cómodos para caminar, un sombrero y gafas para protegerse del sol. Se recomienda encarecidamente llevar traje de baño y equipo de buceo.
