Puedes decir lo que quieras pero no hay excusa que sirva: las Islas Baleares han sido ya durante años el paraíso de la diversión y el símbolo de la movida en el Mediterráneo, desde relajantes playas hasta las locas noches en bares y discotecas famosas en todo el mundo. Ibiza y Formentera son islas perfectas para vacaciones, sean de varios días o tan solo un fin de semana largo.
En ambos casos, nada es más excitante que un día de diversión sin parar entre los lugares más hermosos de las dos islas. Estos son nuestros consejos para los que se quedan en Formentera, puestos en una 24 horas a seguirse libremente, eligiendo los pasos según tus gustos y tus pasiones. ¿Estás listo? Vamos a empezar.
Una vez que llegas al aeropuerto de Ibiza, el unico disponible, reservando nuestro traslado tendrás el autobús al puerto y los tickets del ferry a Formentera, o si lo prefieres puedes tomarte tu tiempo y comer en el restaurante Can Alfredo, tal vez para disfrutar de algunos de los pescados de la isla.
Después de la travesía, el ideal es ir directamente al alojamiento en Formentera para dejar el equipaje y estar más libres para dar vueltas. Visita obligada para los que están alojados en la parte más lejana desde el puerto de La Savina, es el típico y famoso Mercado Hippy, llamado Feria Artesanal, en el pueblo del Pilar de la Mola, con el pintoresco faro a pocos kilometros.
Los que se alojan cerca del puerto pueden elegir entre una visita al Parque de Las Salinas, que al atardecer se mancha de un impactante color de rosa, o ir al pueblo de Sant Ferran de ses Roques, tal vez para una copa en los alrededores del restaurante Fonda Pepe, famoso por ser el fulcro del movimiento hippie en los años 70.
Con el avance del día se puede pasar a las cosas más serias: playas, bares y entretenimiento. Aquellos que se quedan cerca del puerto deportivo pueden ir a la tranquila playa de Ses Illetes, en el límite norte de la isla y después desplazarse hasta el restaurante Rigatoni de Es Pujols para tomar un aperitivo o deliciosos cócteles, empezando ya a bailar los ritmos de Ibiza.
Para los que se alojen mas lejos, la hermosa Platja Migjorn ofrece una increíble costa con arena y mar de ensueños, mientras que la noche puede empezar inmediatamente a tope de diversión con un buen cóctel en el Piratabus, un chiringuito cerca de la playa de Es Arenals con la misma calavera pirata en la bandera.
En este momento, la noche se cierne, con las discotecas y las noches locas de Ibiza. Los DJs más famosos del mundo se encuentran en la isla para fiestas increíbles y para presentar su mejor música, artistas internacionales como David Guetta, Avicii, Bob Sinclair, Carl Cox, Tiesto, Martin Garrix, Martin Solveig, Steve Aoki, Benny Benassi y muchos más.
Después de navegar de vuelta hacia la isla principal de las Baleares, la elección de los clubes nocturnos donde bailar hasta la madrugada y más allá, no tiene límites. Para los verdaderos amantes de la música electronica, la discoteca Pacha en Avenida 8 de Agosto es el templo de los DJs más aclamados del momento. Un punto dolorido está en el precio de la entrada, entre las más altas en toda la isla.
En el pueblo de San Rafael se encuentra Amnesia, símbolo local de transgresión con la legendaria noche La Troya Asesina, entre travestis y fiesta de la espuma. Muy cerca se encuentra también el inmenso Privilege, discoteca conocida por sus terrazas y varias salas, capaces de acoger a hasta 10.000 personas.
Aquellos buscando ambientes lujosos y le encanta estar rodeado de sexy modelos, les encantará el Lío, cabaret-club directamente en la Marina Botafoc de Ibiza ciudad. Entre las últimas novedades, definitivamente vale la pena una visita al Ushuaia Beach Club, heredero de las famosas fiestas al aire libre de Space y Bora-Bora.
Para los intransigentes de la noche, el Space es una institución. El restaurante se hizo famoso para sus afterhours se convirtió en uno de los clubes nocturnos de referencia mundial. De vuelta a Formentera, un desayuno en el paseo marítimo es imprescindible, tal vez en uno de los bares con vistas a la playa, antes de regresar a la habitación y disfrutar el descanso bien merecido.