La isla de Formentera, situada en las Islas Baleares, España, es un popular destino turístico por sus playas de arena blanca y aguas cristalinas. Formentera es una isla pequeña, tranquila y relajante, pero tiene mucho que ofrecer a los visitantes. En este artículo, exploraremos algunos de los atractivos de la isla de Formentera y proporcionaremos consejos útiles para quienes estén planeando una visita: dónde se encuentra, cómo llegar y cuándo ir.
Qué ver y hacer en la isla de Formentera
Uno de los principales atractivos de la isla de Formentera son sus playas. La playa de Ses Illetes es una de las más populares, con sus aguas cristalinas y su arena blanca que se extiende a lo largo de kilómetros. También es muy popular la playa de Migjorn, de arena dorada y aguas poco profundas, ideal también para familias con niños. La isla de Formentera tiene muchas otras playas por descubrir, cada una con sus propias características, como las pequeñas playas de Es Calo, ideales para practicar esnorkel, y la playa de Es Pujols, una de las más animadas de la isla.
Formentera también es conocida por sus deportes acuáticos. Entre los deportes acuáticos más populares de la isla se encuentran el buceo, el kitesurf y el windsurf. Las aguas cristalinas y la brisa constante hacen de Formentera el lugar ideal para estos deportes. En la isla hay varias escuelas de windsurf que ofrecen clases y alquiler de material. El paddle surf y el kayak también son muy populares en la isla, ya que permiten a los visitantes explorar la costa de la isla de forma tranquila y relajada.
Para los amantes de las excursiones marítimas, recomendamos explorar el islote virgne de Espalmador, situado al norte de la isla de Formentera. Puede reservar una excursión en catamarán con parrillada a bordo u optar por el alquiler barco Formentera. Será sin duda uno de los momentos más bellos e inolvidables de su estancia en la isla.
Como es de grande la isla de Formentera y cómo llegar
Formentera es famosa y querida por su pequeño tamaño, que permite desplazarse fácilmente y en poco tiempo entre una playa y otra. La distancia máxima que se puede recorrer por carretera es de unos 19 km, desde el puerto de La Savina hasta el faro de La Mola. Por lo tanto, la longitud y anchura de Formentera son muy reducidas, ya que cubre una superficie de unos 80 km2. Sin embargo, la isla ofrece al visitante 69 km de costa, muchos de ellos de arena fina y clara.
Si te preguntas cómo llegar a Formentera, primero debes tener en cuenta que el tamaño de la isla no permite que haya un aeropuerto. Por tanto, es necesario volar a Ibiza y luego coger un ferry rápido, que tarda unos 35 minutos. Otra opción es salir en ferry directamente desde la peninsula (Barcelona, Valencia o Denia).
Gastronomía y turismo cultural en la isla de Formentera
La isla de Formentera también es famosa por su gastronomía. La cocina local está influenciada por la proximidad de la isla a España, pero también por la fuerte presencia de residentes de origen italiano. Se caracteriza por sus platos de pescado y marisco, pero también es muy rica en productos de la tierra, ya que la agricultura y la ganadería han sido el sustento de la población local durante varias décadas.
Uno de los platos más populares en la isla es la paella mixta, el tradicional arroz con marisco, pescado y carne. Los restaurantes de la isla ofrecen una amplia gama de platos, desde los tradicionales a los más innovadores. Además, hay muchos restaurantes de playa donde comer en Formentera con vistas al mar.
Para los que buscan una experiencia cultural, la isla de Formentera también cuenta con algunas atracciones históricas. La ciudad de Sant Francesc Xavier, situada en el centro de la isla, es el corazón cultural y la capital. La localidad cuenta con una iglesia del siglo XVIII, de estilo neoclásico, que en el pasado también sirvió de refugio a la población local durante las incursiones piratas.
Los aficionados al senderismo pueden seguir los recorridos, que le llevarán a los rincones más escondidos de la isla, pasando por vistas espectaculares, naturaleza virgen, torres defensivas y antiguos molinos de viento. También hay una casa museo en Can Marroig, que merece una visita, quizá cuando quieras un día de descanso de sol y playa.